El lado Z del amor

Ahora si cuento una mía, vivida en carne propia y, debo decir, con un tinte surrealista. Quería esperar unos días antes de contar esto para estar segura de que estaba hablando de algo que realmente había sucedido y no era producto de mi imaginación. Pero creo que siendo viernes y habiendo trascurrido una semana completa estoy totalmente habilitada para hacerlo. Un chico o un señor -mejor dicho- me dijo después de una cita que era muy linda y que mis fotos no me hacían justicia. Acto seguido, no me habló nunca más. Me pregunto: ¿He sido discriminada acaso por ser demasiado linda? ¿O soy tan fea que  no se animó a decírmelo por lástima? No lo sé, pero lo cierto es que en mis 30 años es la primera vez que me pasa. Cuando salís con alguien que no te gustó o simplemente considerás que no hubo "chispas" hay dos caminos posibles. El primero es no hablarle más -un poco infantil para mi gusto- y el segundo y más conveniente es hacerle entender al otro con tus palabras...

Les cuento una historia que oscila entre genial y patética. Aclaro por las dudas que esto no me sucedió a mi sino a dos de mis mejores amigas, y lo aclaro porque gente que lee este blog me ha dicho: ¡No puedo creer que te pasen todas esas cosas!. Por si vos también te lo preguntás, reitero que son todas 100% verídicas. Día de semana y mi amiga más abstemia a las aplicaciones para conocer gente nos cuenta en el grupo que está analizando la posibilidad de salir con un chico con el que había hablado hace un montón pero nunca había pasado de eso. El resto -por supuesto- la alienta para que lo haga, considerando que siempre es bueno un clavo que saque a otro clavo y que la cita no era para nada riesgosa -se trataba de un simple café por la tarde-. Si bien la luz del día en algunos casos puede jugar en contra, también da la posibilidad de un encuentro corto del que se puede salir fácilmente en caso de ser necesario. El caso es que dio mil vueltas, hasta que le quemamos tanto la ...

Un pibe divino acaba de cerrar nuestra conversación de Wapp con un: "Besos linda".  Ojo, no es que considere que linda no es un adjetivo suficiente para describir mi belleza, pero la verdad es que suena un poco grasa. El asunto es que automáticamente te acordás que esta persona que acaba de decirlo te gusta y entonces las palabras salidas de su boca o sus dedos -en este caso- toman otro sentido. El "Ay, sos un grasa no te hablo más" se convierte por arte de magia en un "Ay, me dijo linda qué divino". ¿Me pasa a mi sola? Vamos con otro ejemplo. Tuve la suerte de salir con la reencarnación argentina de Christian Grey, en todos sus aspectos. No duró mucho, por supuesto. Creo que ni llegamos a completar el libro número uno. Pero eso es otra historia. El caso es que, obviamente, fiel a su personaje utilizaba el termino "Bebé" para dirigirse hacia mi persona y, probablemente, a unas cuantas chicas más -en la vida real Christian no se enamora y m...

Necesito blanquear este tema. Lo digo sin vueltas: me enamoré de un chico que no conozco.  Si, vi solo 5 fotos y hablé durante una semana, pero cuando me escribe es como si me mandara un mensaje Christian Grey desde el Charlie Tango. Locuras de la era digital ¿no?. Pero es que -aunque suene raro- este chico pasa todos mis filtros. Lo creas o no. Mide 1.85, no fuma, no tiene tatuajes y no consume anabólicos. Escribe bien, es cordial pero no pesado. No es vegano, ni vegetariano, ni metrosexual. Vive solo, tiene un buen trabajo, auto, una linda voz, es muy gracioso y hasta parece inteligente. Y lo mejor de todo, dice que es soltero. Si, yo también pienso lo que vos estás pensando. Algo malo tiene que tener. Tal vez tiene olor a chivo o tal vez se arranca las cejas por nervios y se la tiene que pintar. Tal vez le falte o le sobre alguna parte del cuerpo -no identificable por fotos-. Tal vez es extremadamente peludo, colecciona cosas extrañas, no toma alcohol o tiene algún pr...

Hablemos de compras y de hombres. Dos temas íntimamente relacionados en la vida de una mujer. A todas nos encanta comprar, ¿no?. Ese sentimiento único de caminar con 4 o 5 bolsas en las manos es inexplicable. Tu vida puede ser un completo desastre, pero esas bolsas de cosas hermosas que elegiste te devuelven mágicamente la esperanza.  ¿Quién no superó alguna situación traumática comprándose un vestido, zapatos o ropa interior? O todo eso...en el orden que más te guste. Un pibe que te dice que no puede tener una relación y a los dos días presenta a su nueva novia, encontrar dos copas de vino en la casa del chico con el que salís, escuchar que recibe un mensaje a las 4 de la mañana, ver una foto sospechosa en Facebook, enterarte que tu ex está saliendo con un pibe, etc. Cosas que -sin dudas- requieren de una vuelta por las vidrieras. Pero ojo. Hay un límite. Llega un momento en la vida en el que, aunque sentís que no tenés nada que ponerte, el placard está que explota...

Este post va dedicado a una de mis mejores amigas, con la que acabamos de hacer una extensa sesión de terapia por Whatsapp.  Situación de manual. Un flaco separado hace relativamente poco que dice quererte pero no estar preparado para iniciar una relación. Digamos que el pibe te encanta y nunca quisiste ver esa advertencia pegada en la frente cuando empezaron a salir. Pasaron unos meses y cuando ya estabas bien enganchada hasta las lolas, el maravilloso mundo tecnológico te hace descubrir que, entre otras cosas, cuando te dijo que se iba de viaje por laburo en realidad estaba con otra mina. Automáticamente tu grupo de amigas lo pasa a la lista de los "odiados-innombrables" y te ayudan, quemándote la cabeza, a que lo dejes de ver y, más difícil aún, a que no le vuelvas a hablar. Pasás meses conteniendo las ganas, comiéndote las uñas para no escribirle, y con el tiempo conseguís pasar el mal trago y estar maso menos estable otra vez. Pero estos personajes ...

Me encantan los viernes. Tienen un espíritu especial. Desde que te despertás es como si el mundo fuera diferente. Menos complicado, más lindo, más esperanzador. Es el último esfuerzo de la semana, que viene acompañado por una gran recompensa: dos días y medio libres para hacer lo que de verdad tengas ganas.  Será  por eso que le ponemos tantas expectativas al viernes. Es el día en el que no tenemos que vestirnos tan formales y podemos salir a almorzar con los compañeros de la oficina. Es el día en que el café de la mañana tiene un gusto más rico y no te da culpa acompañarlo con alguna que otra medialuna. Es el día en que a las 18.00 hs tirás bomba de humo y empezás a ser feliz. Pero los viernes pasa algo más que todo esto -en el mundo de los solteros, claro-. Los viernes son los días en que reviven todos los muertos.  Aparece el flaco que te pidió el celular el sábado en el boliche y te agendó en el bloc de notas, el que te canceló la cita el finde pasado porque...

Tenemos una mala costumbre con mis amigas. Salimos con alguien que no conocemos y ni esperamos a que termine la cita para mandarnos un mensaje al grupo con el veredicto. Es como que media hora nos basta para saber si va a haber o no segunda cita con el sujeto en cuestión. Somos bastante conchudas, siendo sincera. Los mensajes más comunes suelen ser: -Chicas, me enamoré (bueno, este no pasa casi nunca). -Me quiero ir a la mierda ya. -Me aburoooooooo. -Es copado pero no me gusta. -Nada que ver con las fotos. -Hace chistes muy pelotudos. -Es un gnomo. -Tiene algo raro en la voz. -Etc. Pero hay uno que es el peor de todos. El famoso: "No me encanta".  Yo me pegunto, ¿Quién te dijo que un flaco te tenía que encantar? ¿Lo sacaste de Disney acaso? ¿Qué significa encantar en realidad? Porque salvo que el pibe tenga poderes y no sea mortal, dudo que pueda hacerlo. Y si, en realidad sé lo que significa que alguien te encante, pero convengamos que acabás ...