Viernes: el día que reviven todos los muertos
Me encantan los viernes. Tienen un espíritu especial. Desde que te despertás es como si el mundo fuera diferente. Menos complicado, más lindo, más esperanzador. Es el último esfuerzo de la semana, que viene acompañado por una gran recompensa: dos días y medio libres para hacer lo que de verdad tengas ganas.
Será por eso que le ponemos tantas expectativas al viernes. Es el día en el que no tenemos que vestirnos tan formales y podemos salir a almorzar con los compañeros de la oficina. Es el día en que el café de la mañana tiene un gusto más rico y no te da culpa acompañarlo con alguna que otra medialuna. Es el día en que a las 18.00 hs tirás bomba de humo y empezás a ser feliz.
Pero los viernes pasa algo más que todo esto -en el mundo de los solteros, claro-. Los viernes son los días en que reviven todos los muertos.
Aparece el flaco que te pidió el celular el sábado en el boliche y te agendó en el bloc de notas, el que te canceló la cita el finde pasado porque "estaba lloviendo", el que acaba de aterrizar después de estar un mes de viaje y parece que no le fue taaaan bien, y todos tus crushes y matches del mundo virtual.
Es el día en que los solteros quieren aprovechar su soltería y no importa que que tan desubicados queden, están programados para aparecer.
La verdad no entiendo como sabiendo que ésto sucede los viernes, no van preparando la cancha con alguna anticipación. Como para que no quede tan obvio -digo-. Qué se yo, podés mandar un mensajito entre semana y no quedar tan desesperado, ¿no?.
No te pido chocolates, ni flores, ni corazones, pero un poco de tacto no vendría nada mal.
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