La soltería y los cumpleaños


Una de mis mejores amigas cumple años esta semana y no sé si fue por eso o porque no tengo ninguna experiencia bizarra reciente para contar, pero me quedé pensando en el tema.

Este año cumplí 30 y obviamente hice el correspondiente balance acerca de mi vida con el objetivo de evaluar si había logrado o no lo que pretendía para esta etapa. Por supuesto me dio negativo, pero reconozco que soy un poco auto-exigente y que, salvo en el amor, me va relativamente bien. 

Pero el día de mi cumpleaños pasó algo que, charlando con mis amigas, es digno de un post. Estaba terminando de armar mi valija la noche anterior, para irme a festejar a Brasil y a las 00.01hs llega el primer saludo de cumpleaños. Viste que la gente como que un poco compite para ver quién es el primero en saludar y este año eran los 30! estaba ansiosa por ver quién era el primero en preocuparse por estar atento al reloj (o celular, seguramente) para hacerme llegar su saludo y recordarme que ya era una vieja de mierda pero que no estaba sola en este mundo.

Guardo estratégicamente la última bikini -la última de 9 que llevaba para 7 días de vacaciones- y escucho el mensaje de whatsapp.  Agarro el celu con una sonrisa pensando que seguro era el saludo de mi mamá, mi hermana o uno de mis amigos -porque cuando no tenés novio digamos que es a lo mejor que podés aspirar-. Pero no, me había convertido oficialmente en una señora y parece que la situación no era lo suficientemente deprimente. Faltaba la parte en la que leo el mensaje de Martín HAPPN deseándome felicidades.

¿Quién carajo era Martín? No tenia idea. Pero aparentemente sabía que era mi cumpleaños y se tomó la molestia de saludarme, muy amablemente. Un copado, la verdad, pero ese mensaje marcó un antes y un después en mi vida. Estaba dejando los veinte -con todo lo que eso implica- y no podía creer que mi primer saludo de mi 30° cumpleaños provenga de un completo desconocido. Algo NO estaba bien.

Por suerte, no hay nada que una caipirinha en una playa paradisíaca no pueda curar, así que el mal trago fue superado rápidamente. Sin embargo, esto me dejó pensando en las situaciones que mezclan cumpleaños y desconocidos. 

Por ejemplo. Una de mis amigas tuvo una cita en la que él arrancaba su cumple después de las doce, ¿Medio incómodo, no?. No sé, ¿Te tengo que regalar algo? ¿Te beso y te abrazo? Osea, NO nos conocemos.

Así que la idea de escribir sobre esto es básicamente hacer un llamado a la solidaridad y recordarles a todos que cumplir años estando solo ya es lo suficientemente traumático como para hacer de ese momento una experiencia aún más bizarra.

¡Dejemos el saludo o el momento de las 00hs para compartirlo con alguien que signifique algo de verdad! 

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