Día para hacer cucharita...con un almohadón
Es sábado y llueve como si no hubiese un mañana. Creo que no me equivoco si digo que no hay peor panorama para un soltero que un fin de semana lluvioso, así que al momento de poner un pie fuera de la cama yo ya estaba deprimida.
La lluvia no solo te deja el pelo impresentable sino que tiene esa guachada de ser solamente disfrutable si estás en pareja. Porque si te encerrás a ver Netflix con tu novio o novia está todo bien, pero si lo hacés estando solo sos un ermitaño-deprimido-antisocial, o algo por el estilo. Lo mismo para la siesta o cualquier otra actividad indoor, todo lo que hagas dentro de tu casa siendo soltero en un sábado o domingo lluvioso no cuenta como plan de fin de semana. Digamos que no hay nada para contar el lunes en la oficina.
Pero es bueno saber que que hay más gente como uno en el mundo. Los chinos -a pesar de ser un montón- se ve que también se sienten solos e inventaron este almohadón (el de la foto) que estoy a punto de buscar en E-bay. Porque lo cierto es que ser soltero puede estar buenísimo por momentos, pero no en días lluviosos como hoy. En findes de este estilo la soltería se convierte en una puñalada al corazón.
Te despertás a las puteadas y tenés que prender la luz porque parece que ya es de noche de lo oscuro que está. Seguís puteando, porque mientras intentás preparar un desayuno con lo poco que tenés en la heladera te das cuenta de que no vas a poder lavar la montaña de ropa que acumulaste durante toda la semana. Te bañás por inercia como para levantar el ánimo pero te vestís tan para el orto que cuando te mirás al espejo no sabés si sos vos o un okupa que tomó tu casa. Intentás mejorarte un poco pero te das por vencida, porque tomás conciencia de que la única actividad que tenés para el día de hoy es ir a rescatar la franela que voló con la tormenta al balcón de tu vecina María del Mar, que seguramente te está esperando para cagarte a puteadas.
Acto seguido, le preguntás a tus amigas solteras qué están haciendo, como para ver si te tiran un plan que evada por un rato las ganas de suicidarte. Y bueno, están las tres metidas en la cama. Una se puso a hacer un curso virtual y las otras dos miran la tele, tapadas hasta las orejas. Ya está chicas, dejen, mejor me suicido.
¿Por qué será que los días de lluvia furiosa todos los planes parecen ser para dos?
No importa. Después de todo, mi almohadón y yo hacemos un gran equipo. Yo lo abrazo y el no se queja.
Me encantan, la publicación y el almohadón!!!!!
ResponderEliminarPatricia De Silvestre