Un desenlace demasiado bizarro
Hay hechos o situaciones de manual con los que usualmente termina una relación. No sé, me pongo a pensar: descubrir una metida de cuernos, una escena de celos que ya es insostenible, un viaje que genera distancia, una pelea demasiado fuerte, una mentira muy grande, etc, pero hoy me gustaría contarles acerca de una relación que terminó por un chiste. Si, como leíste, el día que él le hizo un "chiste" a ella.
Cuando me lo contaron me reí muchísimo, por supuesto, pero no del chiste en si, sino de la gracia con la que "Marina" cuanta la anécdota. Y cuando paré de reírme, la miré y admiré su calma y fortaleza, porque yo no hubiese sido capaz de sobrellevar una situación traumática como aquella sin haber perdido los estribos.
Y todo el asunto radica en que los chistes son chistes y son graciosos porque son hechos en un contexto que los habilita y bajo una relación de confianza que los soporta, respetando determinadas reglas sociales. Así que estarás de acuerdo conmigo que cuando "Alejandro" todo vestido y perfumado para salir con sus amigos -por tercera vez en la semana- se acercó a "Marina" que cocinaba y le dijo: ¿Vos te tiraste un pedo? Oliéndole la cola en el acto, hubo una ruptura irreparable en la relación.
Alejandro dice que fue un chiste, pero Marina claramente no se rió. Estaba indignada y humillada. Somos mujeres y sin ser ordinaria es oportuno decir que pueden hacer muchas cosas con nuestras colas, pero no olerlas. NO señores, NO. NO es chiste. NO es gracioso y NO se hace.
¿Qué les está pasando a los hombres por favor? ¿Desde cuándo nos convertimos en un pibe más? No pedimos que nos abran la puerta del auto, nos traigan flores y bombones, pedimos que nos traten bien. Y acá entran en juego las reglas sociales y el respeto.
Yo la banco a Maru y la aplaudo, porque en lugar de pegarle una trompada -como yo hubiese hecho- dejó el asunto ahí y terminó la relación con mucha altura, sacándose a un pelotudo de encima.
El chiste equivocado a la persona equivocada.
Tocame, mordeme, acariciame, pero NO me huelas.
Comentarios
Publicar un comentario