Joggineta mata galán. La cita que no fue.


Conozco a un chico por una de estas famosas aplicaciones que usamos todos los solteros hoy en día -lo admitan o no- y nos ponemos a hablar. Resulta que eramos vecinos, dado que vivía a unas muy pocas cuadras de casa. Luego de hacer las preguntas básicas para saber si el sujeto en cuestión era o parecía al menos "normal", decidimos conocernos unas horas más tarde, en una cita informal, una vuelta por el parque. Genial, pensé. Ya había esquivado la primera opción que había sido almorzar juntos, alegando que me parecía una situación demasiado incómoda para ser el primer encuentro de dos personas que recién se conocían. La opción dos, la del parque, era casual e inofensiva, parecía ser, hasta ese momento, simplemente perfecta.

Acto seguido, por supuesto, me baño y elijo mi atuendo para la cita. Hablo con mi mejor amigo para contarle sobre la situación y para que, obviamente, estuviera atento al celular por si más tarde necesitaba algún tipo de auxilio. Cita en el parque, ¿qué me pongo?...fácil: jean, remera negra, un saco largo canchero y las botas que te compraste ayer en 12 cuotas en Prune, así, ya que estás, las vas ablandando y dejás de sentirte culpable por haber pasado la tarjeta -otra vez-.

Media hora para la cita y llega el mensaje. Ese mensaje que desearías nunca haber leído, porque ahora ya no hay forma de que pueda irse el mal humor que te generó y de que puedan volver las ganas que repentinamente se fueron. "Te aviso que salgo en jogging", eso me escribió el muy hijo de pu... Yo no sé si estoy loca, si nací en otra época o si a la gente le pateó la cabeza un caballo, pero ir a una primera cita en joggineta es como ir a una entrevista en ojotas, no hay explicación alguna que justifique hacer eso. Y por más buena onda que intenté ponerle, mi respuesta terminó siendo: "yo nunca salgo en jogging". Y les juro que es cierto eh, el que me conoce sabe que las únicas zapatillas que tengo son para ir a correr, y las usé dos o tres veces, cuando pensé que si me lo proponía, salir a correr podía estar buenísimo. 

Me enfrentaba ante la situación de querer abandonar todo, bloquear al pibe, eliminar el crush, el match o lo que sea que había sido y volver a optar por conocer gente en situaciones normales de la vida real, en lugar de seguir usando estas aplicaciones bizarras. Al menos es lo que pienso cada vez que me pasa algo así, hasta que me doy cuenta de que mi vida real no se caracteriza justamente por un alto nivel de sociabilidad y que, aparentemente, conocer a alguien en estas condiciones no sucede tan fácil.

Le escribo a mi amigo, obvio, para que me de su veredicto y me ayude a entender si la loca de mierda era yo o si el pibe se había inmolado al escribir la palabra jogging hacia unos minutos atrás. Por supuesto tu amigo es tu amigo, y ¿qué te va a decir? Si se fumó 40 minutos en Prune ayer ayudándote a elegir las botas. Sabe como sos, sabe que tenés ciertos limites y que la joggineta es, claramente, uno de ellos.

Con el alma en paz por saber que estás haciendo lo correcto, intentás ponerle una excusa al pibe pero en algún momento te das cuenta de que no lo conocés y eso te da el espacio para ser realmente sincera, sospechando que va a ser la única forma de poder terminar con la situación patética que se había generado. Sobre todo cuando insiste con las preguntas, te llama y aparentemente NECESITA saber qué es lo que hizo mal. Y si no es para esta ocasión, pensás, está bueno que aprenda para la próxima, al menos que su próximo crush o match sea con una hippie. Y entonces le mandás un wapp que es una bomba de sinceridad y que, por supuesto, te hace quedar a vos como una desquiciada.

Pero sucede que la sinceridad algunas veces parece no ser suficiente, más cuando del otro lado tenés a un pibe que podría ser clasificado dentro de la categoría de "gran remador". En estos casos, no hay nada que pueda desalentarlos, ni siquiera mandarlos a la mierda, son personas optimistas, que creen que todo, absolutamente todo, puede tener solución. Y, les digo la verdad señores, las jogginetas pueden ser cómodas pero, claramente, no la tienen.

Así arrancó mi domingo. Qué dificil es ser soltero hoy...

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