El círculo vicioso: Tinder


Con una mano en el corazón, ¿Te acordás cuántas veces instalaste y desinstalaste Tinder? Estoy segura de que ya perdiste la cuenta. El asunto es que los usuarios de esta aplicación sufrimos de una especie de bipolaridad, una sensación de amor-odio que nos enferma la cabeza.

No quiero exagerar, pero a veces no puedo entender como sigo intentando, pensando que algo pudo cambiar desde la última vez que estuve online. Es la misma aplicación, la misma gente, solo que cada vez más desviada de su idea original (al menos en mi opinión).    

Seguro tenés una amiga que es fanática mal, y que se divierte muchísimo descartando y aceptando gente, con la certeza de que existen personajes "potables". Esa misma amiga que conoció un chico por la aplicación y no sólo tuvo que ir hasta donde se encontraban en taxi, sino que pagó parte de la cuenta y le tuvo que prestar plata al "tindereano" para que pueda volver a su casa.
Creo que mi problema es que pierdo las esperanzas por MUCHO MENOS que eso.
También debés tener una amiga excéptica que, aunque está soltera y tampoco le va demasiado bien en la "vida real", no tuvo nunca tinder y proclama no tenerlo jamás. Mientras tanto, con el resto te preguntás cuánto falta para que caiga, si es que no lo hizo aún, sin contarle nada al resto del grupo. O por ahí tenés un amigo hombre que lo usa y es lo peor que te puede pasar, porque ves como le da corazón a toooooodas las chicas que aparecen, con un filtro de preferencias mínimo, para después eliminar a las que no le gustan, de todas aquellas con las que tuvo match. Ves también como habla con 5 a la vez, en esa y otras aplicaciones, y te indignás cuando sale cada día de la semana con una diferente.

Y si, es verdad, Tinder parece no ser el medio más adecuado para encontrar al amor de tu vida, pero decime si no pensaste alguna vez que así como estás vos en la red, puede haber alguien del otro lado que no busque algo tan distinto y que es solo cuestión de encontrarse. 


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